Una clínica de fisioterapia en Paiporta fue devastada por la DANA, destruyendo equipos, mobiliario y materiales. La situación se complicó porque la clínica compartía espacio con otros dos negocios, cada uno con pólizas de seguro separadas, lo que dificultaba identificar qué pertenecía a quién. Normalmente, las aseguradoras minimizan los pagos en casos tan complejos, dejando a los propietarios con compensaciones inadecuadas. Sin embargo, mediante análisis detallado y documentación adecuada, el equipo logró separar los daños por negocio y conseguir una indemnización justa y completa para el cliente.
Luis sufrió una inundación en su local debido a una avería en el bajante de la comunidad. La aseguradora inicialmente solo ofrecía 1.000€ de compensación, una cantidad insuficiente para cubrir los daños del local y las pérdidas por cierre del negocio. Con la ayuda de MataSeguros, se realizó una reclamación adecuada, valorando correctamente todos los daños y presentando las pruebas necesarias. El resultado fue una indemnización tres veces mayor que la oferta inicial, permitiendo a Luis reparar su negocio y continuar con su actividad comercial.
💔 Kerlyn lo perdió todo en un día. La DANA arrasó su peluquería. Agua por todas partes. Espejos rotos. Secadores inutilizables. Productos perdidos. Su espacio. Su sustento. Su esfuerzo. 📉 La aseguradora no tardó en aparecer... con problemas: Valoraciones mínimas. Documentación mal gestionada. Y una indemnización que no alcanzaba ni para empezar. ¿La sensación? Injusticia. Impotencia. Abandono. Pero entonces, alguien le habló de MataSeguros. 👉🏼 Analizamos su póliza. 👉🏼 Rehicimos la reclamación. 👉🏼 Estimamos bien los daños y defendimos su caso hasta el final. ✨ ¿El resultado? Una indemnización justa. Real. Digna. Y su peluquería volvió a abrir. Porque Kerlyn no necesitaba milagros. Solo alguien que peleara por lo suyo.
Alexander tenía su pollería completamente destrozada. No había luz. No había máquinas. No había forma de volver a abrir. La primera valoración del seguro: entre 13.000 y 15.000 €. Y con eso… no llegaba ni para empezar. Nos pusimos a trabajar con él. A fondo. Investigamos cada rincón del siniestro. Analizamos las partidas una por una. Pedimos un tercer peritaje. Y sí, también negociamos con el perito anterior. La primera propuesta que presentamos nos la tiraron abajo. Tocaba reevaluar la estrategia. Así que fuimos más allá: 👉🏼 Explicaciones técnicas, 👉🏼 detalles eléctricos, 👉🏼 informes bien fundamentados, 👉🏼 y sobre todo, paciencia. Fueron varias rondas de trabajo, de ajuste, de insistir. Y al final, la valoración subió. Mucho. 📈 Más de 50.000 €. Un número que ya empieza a parecer justo con lo que se perdió. Y todavía estamos peleando un par de partidas más. Porque esto no va de papeles ni de cifras. Va de personas que lo han perdido todo y solo quieren volver a empezar.