Los costes ocultos del daño por agua: ¿Qué podría no cubrir tu seguro?
Fecha: 2024-11-26
Imagina lo siguiente: un día tu casa se llena de agua por culpa de un mal temporal o una tubería rota. Limpias todo, llamas al seguro, y llega un señor o una señora (el perito) a ver qué cosas se rompieron o dañaron. Después, el seguro te da algo de dinero para arreglarlo todo y parece que todo va bien. Pero tranquilo, no tan rápido. Hay muchas cosas que tu seguro no cubre, aunque al principio parezca que sí.
En este artículo te vamos a contar los truquitos que las aseguradoras usan y qué puedes hacer para no quedarte con los gastos.
Lo que el seguro ve… y lo que no quiere ver
Cuando llega el perito, parece que hace un buen trabajo. Mira las paredes, los muebles y los electrodomésticos dañados, toma notas y hasta sonríe mientras dice: “Esto lo cubrimos”. Pero muchas veces solo revisan lo obvio, lo que se ve a simple vista.
¿Qué pasa con las cosas que no se ven de inmediato? Por ejemplo:
Las manchas de humedad que no desaparecen y arruinan la pared meses después.
Los electrodomésticos que empiezan a fallar porque la humedad dañó sus circuitos.
Las tuberías que se tapan o se rompen con el tiempo por culpa del agua acumulada.
Si no comentas esas cosas al principio, el seguro puede decir: “Eso no estaba en el contrato”, y claro, se quedan tan anchos.
Las trampitas de las letras pequeñas
Los seguros tienen algo llamado “cláusulas de exclusión”. Suena complicado, pero básicamente son cosas que el seguro decide que no va a cubrir.
Por ejemplo:
Si una tubería ya estaba un poco dañada antes del accidente, no te pagan por repararla.
Si un electrodoméstico se daña después de un tiempo, dicen que no es culpa del agua.
Si necesitas arreglar una pared con pintura especial contra humedad, eso no está incluido.
Estas cosas, que a veces parecen escondidas, pueden dejarte pagando de tu propio bolsillo.
¿Por qué el frigorífico dejó de funcionar?
Un caso muy común es que, después del accidente, tus electrodomésticos (como el frigorífico, el microondas o el televisor) siguen funcionando, pero por un tiempo. Es probable que meses después empiecen a fallar, porque la humedad los dañó y se fueron deteriorando.
El seguro, en ese caso, dirá: “Eso pasó después, así que no lo pagamos”. Y tú te quedas pensando: “¿Cómo no lo revisaron bien al principio?”.
Por eso es importante que, desde el primer momento, alguien revise a fondo todo lo que podría haberse afectado, aunque no sea obvio de inmediato.
Los tuberías y humedades: problemas escondidos
El agua no solo daña lo que ves, también lo que está escondido, como las tuberías. A veces, pasan meses o años hasta que empiezas a notar problemas: una tubería rota o una humedad que nunca se va.
El seguro dirá: “Eso no es parte del accidente original”. Y tú te preguntas: “¿Entonces qué hago ahora?”.
¿Cómo asegurarte de que el seguro no te deje colgado?
Aquí tienes algunos pasos sencillos para protegerte:
Revisa bien tu póliza (el contrato con el seguro): Mira qué cosas están cubiertas y cuáles no. Si no entiendes algo, pide ayuda.
Contrata a un perito que trabaje para ti: Los peritos del seguro trabajan para la aseguradora, pero hay expertos independientes que pueden ayudarte a revisar todo mejor.
Haz fotos y videos de todo: Desde el primer día, documenta todos los daños. Cada mancha, cada mueble roto, cada cosa que no funcione bien.
Pide ayuda profesional: Algunas empresas, como MataSeguros, te ayudan a reclamar lo que es justo. Solo te cobran si logran que el seguro pague más, así que no pierdes nada.
Gastos sorpresa que nadie te cuenta
Cuando piensas en arreglar los daños por agua, seguro crees que lo principal es reparar lo roto. Pero hay otros gastos que pueden aparecer, como:
Pagar tratamientos especiales para quitar la humedad de las paredes.
Revisar el sistema eléctrico para evitar cortocircuitos.
Cambiar piezas o arreglar tuberías escondidas.
Si el seguro no cubre todo esto, podrías acabar pagando más de lo que esperabas.
El truco está en estar preparado
Al final, lo importante es que no te dejes engañar. Las aseguradoras no siempre juegan limpio, pero con la información adecuada y un poco de ayuda, puedes asegurarte de que paguen lo que realmente te deben.
En MataSeguros, entendemos lo frustrante que puede ser pelear con un seguro. Por eso, nos encargamos de todo por ti, desde revisar tu caso hasta negociar con ellos. Solo cobramos si conseguimos que recuperes más dinero.
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